En la víspera del 13 de diciembre, Día de Santa Lucía, se encienden hogueras en los distintos barrios del municipio granadino de Zújar en honor a Santa Lucía.
Después los vecinos aprovechan las ascuas de fuego para asar y probar los suculentos embutidos típicos de la matanza, chorizo, morcilla, careta..., una tradición muy arraigada.
Zújar se convierte en una luminaria visible desde el cielo que otorgan a los barrios zujareños un imprescindible lugar de encuentro.
Las hogueras de Santa Lucía en Zújar
Las hogueras de Zújar en Santa Lucía, luminarias potentes y visibles, otorgan a los barrios zujareños un imprescindible lugar de encuentro. Momento aprovechado para asar y probar en las ascuas de fuego, los suculentos embutidos de la matanza, chorizo, morcilla o careta, tradición muy arraigada en nuestro pueblo.
Zújar se convierte en una luminaria vista desde el cielo la noche de Santa Lucía. Dos hogueras por la Avda. de los Baños (una de ellas en el lugar de la carretera conocido como el puente grande), más lumbres por la Jarea o Capallón, dos o tres hogueras más por la Carretera de Freila y en el Caño de la Barbera, y aún más abajo, por la puerta del 'niño de la gertrudes'.
Me declaro fielmente vinculada a sus poderes; supe que mi familia pidió a esta mártir, en una de esas hogueras, por cierto achaque de mis ojos, sin importancia para que desapareciera. Una prueba más de que le atribuimos efectos mágicos a las hogueras de Santa Lucía. De ahí esos elementos mágicos que, ritualizados desde remotos tiempos, permanecen aún en nuestro inconsciente colectivo. El fuego es purificador y eso cuenta.
Una tradición la de Santa Lucía, que tiene raíces sólidas en esta villa, en la Comarca y en otros muchos lugares de la geografía. El hecho en sí de hacer un fuego es por si solo un ritual que tiene su origen en un espacio y un lugar muy lejano. Se le atribuyen al prendimiento de las llamas una serie de connotaciones purificadoras como hemos comentado, pero es por ello que aprovechamos esta circunstancia para quemar aquello de lo que nos queremos desprender, aquello que ya no sirve y estaba condenado a vivir en un lugar olvidado de la casa.
Hoy día la honda cultura que otorgaba a las gentes una identidad y un carácter está un tanto folklorizada. Nos parece poco oportuno manifestarnos ante el fuego con ese sentimiento primario o emocional y ponemos más énfasis en que las hogueras son oportunidades de encuentro y de fiesta. Pero en el fondo están ahí para que, mirando al fuego, escuchando su sonido y cubriéndonos con su calor, sanemos un poco, por unos instantes aunque sea, de algunas de las molestias que la vida nos ocasiona.
Publicado en miradasalayer.blogspot.com
Programa de Actos
- Próximamente