Fiestas, Ferias, Romerías... de Biescas

Pasado el mediodía los portadores de las cruces de todos los pueblos, llamados cruceros, se reúnen unos metros antes del pequeño templo dedicado a Santa Elena. Hasta allí acuden el sacerdote y las dos cruces de Biescas para recoger a las demás cruces asistentes. Luego  todos se dirigen en procesión hacia la ermita de Santa Elena. La abre los sacerdotes, las dos cruces de Biescas, de las Iglesias del Salvador y San Pedro,  la cruz de Sallent de Gállego, la de Senegüe y siguiéndoles, sin orden concreto, el resto de cruces llegadas en romería desde los diversos pueblos de origen con sus gentes:

Piedrafita de Jaca, Barbenuta, Espierre, Escarrilla, Gavín, Arguisal, Polituara, Escuer, Sandiniés, Aso de Sobremonte, Oliván, Berbusa, Hoz de Jaca, Lanuza, El Pueyo de Jaca, Ainielle, Orós Bajo, Yosa de Sobremonte, Panticosa, Lárrede, Aurín, Búbal, Betés, Susín, Yésero, Orós Alto, Tramacastilla, Casbas de Jaca, Saqués y Javierre del Obispo.

Una vez oodas ordenadas alrededor del altar mayor se oficia la misa concelabrada por los sacerdotes del Valle ante todos los asistentes, con las interpretaciones musicales del Coro de Biescas y la rondalla 'Las Tornalizas' de Sallent de Gállego que también se han convertido en tradición. Para finalizar se da a besar la reliquia de Santa Elena a los cruceros y se celebra el famoso 'Besacruces', una especie de saludo que realizan las demás cruces a la Cruz de Biescas, por costumbre inmemorial y privilegio adquirido.

Hasta aquí, la parte religiosa del evento. Ahora toca almorzar de alforja y disfrutar de este maravilloso día en un marco incomparable como es el Santuario de Santa Elena.

Las migas son la comida tradicional y el ayuntamiento anfitrión obsequia con ellas a los asistentes, aperitivo sin duda de la comida campestre que no puede faltar en ninguna romería. Música, convivencia y alegría llenan el campo durante el resto de la tarde.

Las romerías son un claro reflejo de los valores culturales que posee una un territorio y la Tierra de Biescas es todo un ejemplo dada la diversidad de estas en las diferentes épocas del año. Si no la conoces, te recomendamos que vengas y la descubras y si ya la conoces, únete para seguir conservando estas joyas inmateriales y sobre todo, disfrútala.

En el Domingo de Pentecostés de 2021 se rindió un merecido homenaje a Máximo Palacio Allué, conocido como Maxi, que fue primiciero y ermitaño de Santa Elena; la cara visible de la ermita de Santa Elena durante más de sesenta años.  

Este homenaje a Maxi ha quedado plasmado en una lápida esculpida en piedra por la cantera Teresa Pueyo. En ella aparecen un busto con su retrato en alto relieve y la leyenda ‘In memoriam. Máximo Palacio Allué, primiciero de Santa Elena. Biescas, 1930-2019’. La lápida se ha colocado en el interior del templo, debajo del coro. 

Maxi, fallecido en 2019. Muy conocido por todo el Alto Gállego, destacó por sus inquietudes culturales, plasmadas en numerosos escritos, un par de libros, un archivo fotográfico de varios miles de diapositivas de plantas y los telares que tenía y hacía funcionar en los bajos del Ayuntamiento de Biescas.

Además de esta Romería de la Cruces, que tiene lugar el Domingo de Pascua de Pentecostés, también se acude a la ermita de Santa Elena:

- El 7 de febrero sube Biescas en conmemoración de la victoria sobre los hugonotes en 1592.
- El 13 de junio, festividad de San Antonio de Padua, Patrón de Biescas.
- El 18 de agosto, fiesta litúrgica de Santa Elena.

Antiguamente, que no ahora, Larrés subía el tercer día de Pascua Granada, Barbenuta y Espierre lo hacían el 22 de mayo, Sobremonte el 19 de junio y Biescas, además, el 20 de septiembre.

La emperatriz Helena de Constantinopla fue madre del emperador romano Constantino, el primer emperador que asumió el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano.

Al convertirse al cristianismo, Helena tuvo que huir a estas tierras al ser perseguida por los infieles. Cuenta la leyenda que en el camino, Helena paró a descansar y la piedra en donde se sentó, tomó forma de silla (podrás verla en el camino de Biescas a Santa Elena)

Cuando pensaba que no podía continuar su camino e iba a ser cogida por los infieles que la perseguían, encontró una cueva donde pudo refugiarse. Mientras que Elena estaba escondida en la cueva, una araña tejió una tela que cubría toda la entrada.

Cuando los infieles pasaron por ahí, vieron la tela y dijeron: 'Donde la araña tejió, Helena no entró'. Así pues, al no conseguir encontrarla, los infieles abandonaron el lugar y la búsqueda y Helena pudo salvarse de ellos.

Cuenta la leyenda que cuando Helena salió de la cueva, sus pies se quedaron grabados en la piedra como si se tratase de barro. Más tarde, este lugar se cristianiza y en el siglo XIII se construye la ermita en honor a Santa Elena.

Cerca de la ermita brota la Fuente de la Gloriosa que empezó a brotar milagrosamente cuando Helena salió de la cueva. Se dice que sus aguas provienen del río Jordán, pues un peregrino que había estado en Tierra Santa perdió su bastón, que fue arrastrado por las aguas de este río. Cuando este mismo peregrino vino a nuestras tierras a rezarle a Santa Elena, encontró su bastón en las aguas de la Fuente de la Gloriosa.

También se dice que el caudal de estas aguas crece y decrece en función de periodos de prosperidad o calamidades.

Texto: elblogdelrincondebiescas.word