Fiestas, Ferias, Romerías... de San Pablo de los Montes

La 'Luminaria', tiene lugar la noche de la víspera del Día de Vaca, dando el comienzo oficial a la fiesta. Se trata de una gran hoguera que encienden los quintos, en la Plaza del Pilar, con leña que han recogido durante todo el día, para que se calienten los asistentes. Cuando las condiciones del fuego lo permiten los quintos cruzan la hoguera, tradición que simboliza purificación. Esta velada se ameniza con chocolate bien caliente y baile.

Durante toda la noche la 'Ronda de la Vaca' recorre el pueblo con sus cencerros anunciando la llegada de la fiesta.

Al día siguiente, festividad de la Conversión de San Pablo, se celebra el Día de la Vaca, que consiste en un conjunto de actos donde se mezcla lo religioso con lo profano.

Al mediodía tiene lugar uno de los momentos centrales, y con más carga de simbolismo, es la Procesión. Desfila en primer lugar la imagen de San Sebastián, a hombros de sus cofrades, va engalanada con ramas de pino, cinta de colores, rosquillas y mandarinas. Tras él la imagen del Santo Patrón, San Pablo.

Durante el recorrido procesional, en tres ocasiones, se produce los 'cortes' entre las imágenes de los santos al cruzar la comitiva la 'Ronda de la Vaca', haciendo sonar fuertemente sus cencerros. Este acto simboliza el enfrentamiento entre el bien y el mal.

Durante el transcurso de la Solemne Misa, en la Iglesia Parroquial de la Conversión de San Pablo, los quintos esconden a la 'Madre Cochina' para que sea encontrada por los casados. Según la tradición, si la encuentran serán los encargados de 'correr la vaca' a los forasteros. Cosa que casi nunca ocurre, ya que los casados no suelen encontrar a la 'Madre Cochina'. Este es uno de los momentos más curiosos de la 'Fiesta de la Vaca'.

Finalizada la Misa tiene lugar uno de los momentos más curiosos; la Tirada del Palo. El palo es un gran tronco de madera atado con grandes cuerdas por ambos lados. A cada lado, tirando de una soga, el grupo de los solteros y al otro el de los casados. Aquel grupo que consiga arrastrarlo más distancia, ganará la batalla. 

Después llega el momento en el que la vaca y la cuadrilla comienzan a buscar forasteros... la 'Carrera de la Vaca' que tiene lugar en la Plaza. Los quintos 'corren' a los forasteros sujetándolos por los brazos y simulando pincharles con los cuernos de la vaca unidos a un palo o astil adornados con cintas y flores, asemejando que el forastero es corneado por la vaca.

De esa forma se le conduce dentro del Ayuntamiento donde se le ofrece limonada y tostones, como premio por haber cumplido con el ritual. Después el forastero es devuelto de la misma manera a su lugar de origen. Si el forastero se niega a cumplir con el rito será tomado como una falta de respeto al pueblo y sus tradiciones. Motivo suficiente para ser expulsado de la localidad.

Una vez acabada la ceremonia con la primera víctima, ésta se repite con otros forasteros 'voluntarios'.

Y con el 'ir y venir' de forasteros, bajo el ruido ensordecedor de los cencerros, acaba una de las fiestas más curiosas y ancestrales de nuestra región, a la que le pone el colofón, por la noche, una verbena popular.

Los grandes protagonistas, tienen una misión muy concreta que cumplir, hacer 'correr' a los forasteros perseguidos por la vaca

Los quintos eran los mozos que se habían licenciado del servicio militar en ese año y los encargados de preparar todos los actos de la fiesta.

La porta el vaquero, ataviado con traje corto, chaleco y chaquetilla, zahones, botas camperas y sombrero, palo en mano, rematado en su extremo con unos cuernos adornados con cintas de colores y cola simulando la de la vaca.  

Un quinto disfrazado de mujer, vestido con falda bordada de flores, blusa, toquilla persigue a las jóvenes intentando levantarles la falda.

Y para que al atuendo no le falte detalle, maquillaje, peluca y pendientes. 

Palillos de madera en mano, procederá a dejarlos caer... excusa perfecta para levantar las faldas.

Otro personaje singular, mozo vestido como los pastores antiguos, pantalón de pana, camisa, chaqueta y albarcas.

Con la cara tiznada muestra aspecto sucio y cubre su cabeza con un sombrero o gorra, llevando a la espalda el morral del que cuelgan dos escobas o escobones.

Su misión, 'limpiar' los excrementos de la vaca y hacer estallar la honda al ritmo de los cencerros.

El resto de quintos componen la ronda, con pantalón vaquero, camisa blanca y pañuelo, normalmente, rojo al cuello. 

Portan grandes cencerros, unidos por una correa de cuero, que hacen sonar todos los días que duran los festejos... banda sonora de la Fiesta de la Vaca. 

Los otros protagonistas de la fiesta son ellos, que deben aceptar de buena gana ser 'corridos' por la vaca.

Este es el impuesto que deben pagar los no nacidos en San Pablo y quieran participar de la fiesta.

• Álbum de JOSÉ MARÍA MORENO GARCÍA en flickr.com - Año 2015