Fiestas, Ferias, Romerías... de Fuenlabrada

Esta tradición tiene su origen en el siglo XVI; época en la que muchos vecinos del sur de Madrid peregrinaban a Cubas de la Sagra a venerar a Juana Vázquez, apodada 'la Santa Juana' por las curaciones supuestamente milagrosas que practicaba. 

En la actualidad, la fiesta está despojada de su carácter religioso y  ha modificado el itinerario y la mística de los primeros peregrinos, establecido un nuevo guión adaptado al espíritu alegre de las jóvenes generaciones.

Se ha transformado en un encuentro ciudadano en los diferentes parques y zonas verdes de la ciudad,  con la degustación de la tortilla de patatas, cocinada para la ocasión, como centro de la fiesta, complementado con un abanico de actividades musicales y de animación parque infantil. 

El lugar más frecuentado es el paraje de Valdeserrano —origen de la romería—, un latifundio situado al sur de la localidad, donde el Ayuntamiento instala servicios, bares y un parque infantil con atracciones hinchables y, por la tarde, música en directo y baile para todos. Otros acuden a el parque de los Derechos Humanos —barrio de Vivero—, en Loranca, entre las calles Gabriela Mistral y avenida Madres de Mayo, o al Parque Miraflores, lugares donde el Ayuntamiento también ha programado actividades.

L@s vecin@s de Fuenlabrada celebran la fiesta de una 'santa', a quien el Vaticano no ha llegado siquiera a beatificar, aunque si fue objeto de santificación popular. Este festejo ha contribuido en las últimas décadas a crear señas de identidad y de pertenencia en la ciudadanía de Fuenlabrada, tanto entre la población autóctona y entre quienes, a lo largo de los años, han ido llegando de diferentes lugares de España y diferentes países del mundo.

Además de poner en valor estas referencias que constituyen la memoria colectiva 'ha contribuido, sin duda alguna, a que l@s fuenlabreñ@s, sea cual sea su tierra de origen, puedan reconocerse dentro de una colectividad, de un lugar concreto y de una historia común'.

La tortilla de patatas —'con o sin cebolla' según los gustos particulares—, el pan redondo, que este día hacen las tahonas de la localidad expresamente, donde se acopla mejor la tortilla, conocido como libreta o pan de santa Juana, y otras exquisiteces culinarias como los pimientos fritos componían el menú tradicional que ha llegado hasta nuestros días.

Aparte dé este plato típico, algunos también se preparan las puchas o gachas dulces, hechas con harina tostada, azúcar, anís en grano, agua, pasas y nueces.

La tradición de acudir al campo el 9 de marzo, Fiesta de Santa Juana, conocido ahora también como 'Día de la Tortilla' tiene su origen en el siglo XVI, cuando los campesinos acudían a a los alrededores del Monasterio de San Cruz, en el pueblo cercano de Cubas de la Sagra, con motivo de la muerte de la conocida 'santa Juana' venerar , una mujer que fuera abadesa del convento de Santa María de la Cruz, conocida por sus buenas acciones y su poder de sanación.

Debido a la distancia que había que recorrer, unos 18 kilómetros, l@s fuenlabreñ@s y otros vecinos de pueblos cercanos (Griñón, Humanes, Fuenlabrada, Parla, Leganés, Getafe, Madrid e incluso Toledo.), al pasar por el paraje de Valdeserrano, paraban a descansar y reponer fuerzas, por lo que con el paso de los años, en el siglo XIX, lo que era solo un lugar de paso en el camino a Cubas, se convirtió a su vez este lugar. Queso, gachas, pan o vino era los alimentos que se degustaban en aquella época que con el tiempo han sido sustituidos por la tortilla española ya que es un alimento fácil de transportar y no se pone malo en poco tiempo.

Fuente: memoriasfuenlabrada.blogspot.com

Juana Vázquez Gutiérrez, verdadero nombre de la santa, nació en el pueblo de Azaña (Toledo) en 1491. Sus padres querían que contrajera matrimonio con un caballero rico y, tras negarse al compromiso, a la edad de 15 año, se vistió con traje de hombre y huyó para meterse a monja.

Tomó los hábitos adoptando el nombre de sor Juana de la Cruz en el Monasterio de Nuestra Señora de la Cruz de Cubas de la Sagra, donde hizo profesión de religiosa el 3 de mayo de 1497, de donde llegó a ser abadesa.

Mística y visionaria, recibió el carisma de la predicación y el don de lenguas, llegando a alcanzar tal fama con sus sermones que acudieron a Cubas a oírla predicar el emperador Carlos V, el Gran Capitán y el cardenal Cisneros, que en 1510 la nombró 'párroco' de Cubas.

Falleció, el 3 de mayo de 1534, y enseguida fue proclamada santa por los pueblos cercanos llegando a recibir culto público. Cuentan que después de su muerte su cuerpo permaneció incorrupto. Incluso los trozos de su hábito fueron repartidos como reliquias porque se les atribuían virtudes curativas, lo que sometió a su cuerpo al póstumo suplicio de ser desvestido y vestido por reinas y duquesas a lo largo de más de un siglo. A pesar de todo, esta figura de santificación popular no está beatificada; de ahí que quien primero fuera Juana Vázquez y después sor Juana de la Cruz se haya convertido, sin la bendición oficial de la Iglesia, en santa Juana o, para ser más exactos, en la santa Juana.

Después de 500 años, en marzo de 2015, el papa Francisco tomó las primeras medidas para su beatificación definitiva.