Fiestas, Ferias, Romerías... de Elche / Elx

Participan en esta Cabalgata, una de las más antiguas de la Comunidad Valencia documentada desde 1913, gran parte de los entes festeros, asociaciones e instituciones ilicitanas, que es  arropada por un público que abarrota las calles para ver llegar a sus Majestades de Oriente.

Los Reyes Magos al llegar a Traspalacio realizan la tradicional Adoración del Niño Jesús y le ofrecen los clásicos presentes: oro, incienso y mirra. Un espectáculo de fuegos artificiales desde el Palacio de Altamira pone el broche final a la Cabalgata.

Y antes de cenar para acostarse muy temprano, muchos niños de Elche, queman la tradicional atxa, hechas con el seasos y las palmas de las palmeras, con el objetivo de señalar el camino hacia sus casas en las que esperan con ilusión los regalos que portan los Magos de Oriente, tras la Cabalgata oficial, se desarrolla en las calles y plazas de la ciudad una interesante tradición.

Después de todo un día en la ciudad, de recibir a cientos de niños en el Patio de Armas del Palacio de Altamira por la mañana y de salir en la Cabalgata por la noche, Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por sus pajes, se despiden de los niños de Elche hasta el próximo al próximo año en la mañana del día 6 con su visita al Belén Viviente, organizado por la Asociación de Pobladores, para recrear la adoración al niño Jesús. Será la última oportunidad para despedirse de los Reyes Magos, hasta el año que viene.

De los actos que se programan con motivos de los Reyes Magos de Elche, destaca la propia Cabalgata en sí. Con más de 10.000 sillas instaladas en el recorrido, son más de 90.000 los asistentes que ocupan el recorrido del cortejo de Melchor, Gaspar y Baltasar, que con cerca de 15 carrozas y más de 600 personas, sale a las 19 h. de la avda. de Reina Victoria y sigue por Plaça de Baix, Corredora, Pont dels Ortissos, Porta d’Alacant, Maestro Albéniz hasta llegar a  la Diagonal del Palau.

Una tradición extendida por numerosos pueblos de la geografía mediterránea en recuerdo de la celebración del solsticio de invierno, del renacimiento de la luz solar, en Elche queda marcada por uno de sus Patrimonios de la Humanidad: El Palmeral. Se trata de la quema de las llamadas 'atxes' o hachas, unas antorchas que los niños encienden a la puerta de sus casas para atraer la atención y guiar a los Reyes Magos de Oriente.

Como no podía ser de otra manera, estas 'atxes' se confeccionan con elementos procedentes de la poda de los huertos de palmeras: palmas secas, 'sedassos' o fibras vegetales de los troncos de las palmeras y cuerdas de esparto hasta formar una tea cuya combustión precisa de un constante giro para evitar que se apaguen. Esta costumbre que estuvo a punto de desaparecer, ha retornado con fuerza e incluso se organiza un pequeño mercadillo de 'atxes' en la Plaça de Baix para facilitar su adquisición. Este zoco, junto a la Asociación de Palmereros, han contribuido a recuperar la tradición, al darle visibilidad y poner al alcance de todos los usuarios las antorchas. La tradición se ha ido expandiendo desde el Camp d’Elx y el centro de la ciudad, donde aún perduraba, hasta otras zonas del núcleo urbano.