En Cué, pueblo asturiano que está a 2 kilómetros de la villa de Llanes y a cuyo concejo pertenece, en la festividad de San Juan se celebra su Fiesta Patronal: La Sacramental, de la que destaca la Procesión que transcurre sobre mantos florales elaborados por los vecinos.
Después de días de intenso trabajo vecinal y en un ambiente de sana rivalidad, el 24 de junio las calles de los barrios de Abajo y Arriba o de San Fernando lucen en todo su esplendor sendas y alargadas alfombras florales que conducen a cada uno de los dos altares y por las que transitará la Procesión encabezada por el estandarte del Niño Jesús de Praga, al que siguen los de San Román, la Purísima y el Santísimo Sacramento y, a continuación, la custodia bajo palio.
La Procesión, que tiene su inicio a primera hora de la tarde tras la misa, es recibida en cada barrio con una generosa descarga de voladores. En la confección de estos mantos florales predominan los pétalos de flores, sobre todo de hortensias, plantadas expresamente para este día.
En el del barrio de Abajo, cuyo símbolo floral es la siempreviva, se utilizan también otros materiales perecederos como la hierba cortada y la turba; en el de Arriba, que tiene el clavel como flor propia, se emplea además grijo teñido con tinte de agua, cenoyu (plantas silvestres de Asturias) y espadañas. En ambos predominan los motivos religiosos.
Por su parte, los altares se engalanan para la ocasión: el de Abajo, presidido por una imagen del Corazón de Jesús, flanqueado por la Purísima y San José, luce una sabanilla del bando con más de cien años de historia y un frontal bordado en hilo de oro; el de Arriba, decorado sobre todo con claveles, lo preside una imagen de Cristo crucificado.
Cué tiñe de color 'La Sacramental'
Tras una noche de intenso y laborioso trabajo, en el pueblo de Cué los primeros rayos de sol del día después de la mágica noche de San Juan alumbran tras varias horas el esfuerzo colectivo de casi medio centenar de personas. El resultado de tan bonita labor, las alfombras de los altares de los bandos de Arriba y Abaju, sobre las que transitará en procesión, bajo palio, la custodia.
Y es que en contra de lo que creen muchos, ayer en Cué no se celebró San Juan, sino la Sacramental. La maratoniana jornada para los protagonistas de la fiesta, los artistas de las caleyas, comenzó anteayer a última hora de la tarde. En el territorio del altar de Abaju, situado junto a la escuela, varias de las trabajadoras se afanaban dos horas antes de la procesión dando los últimos retoques a las alfombras.
'El trabajo comenzó hace nueve días, cuando fuimos a buscar cenoyu más allá del aeropuerto de Ranón', afirma una de ellas. Después, tras recoger las hortensias plantadas en dos huertos específicamente para este día, 'se desprenden los pétalos, hoja por hoja'. Una vez con el material preparado es la hora de comenzar a hacer los dibujos sobre una larga alfombra de unos setenta metros de longitud. Laude Sordo, con la sulfatadora en la mano, moja la alfombra para que se asiente el material. 'Todo el material que utilizamos en el altar de Abaju es perecedero, flores, hierba cortada y turba'. Este año, añade, 'los motivos de la alfombra son un dibujo de la Sábana Santa en la cruz y la lanza, además de otro en forma de custodia'. Entre los demás motivos del inmenso mural, figuras geométricas de varios colores y el símbolo floral del bando: una siempreviva. El altar lucía una sabanilla propiedad del bando con más de un siglo de historia y un frontal bordado en hilo de oro, presidido por una imagen del Corazón de Jesús, secundado por la Purísima y San José.
A la misma hora la actividad, antes frenética, se tornaba momentáneamente en tranquilidad en el territorio del altar de Arriba. Isabel Olmo repasaba las partes de la costosa tarea y señalaba la dificultad que este año han tenido para tener pétalos de hortensias, pues la primavera ha venido especialmente mala para esta flor. En el altar de Arriba las figuras geométricas de colores se intercalaban con la leyenda 'Cué 2009', un dibujo de un ángel y otro de San Juan Pastor. El altar lo presidía una imagen de Cristo crucificado, decorado con gladiolos y claveles, flor esta última propia del bando. Una de las artistas señalaba que en este trabajo, en el que emplean toda la noche, participa mucha gente, mujeres y hombres, 'cada uno con una tarea concreta'. Los materiales aquí utilizados son grijo teñido con tinte de agua en una hormigonera, cenoyu, turba, hierba cortada y espadañas, junto con pétalos de hortensia.
A la una y cuarto de la tarde, terminada la misa cantada por la 'Schola Cantorum' de Llanes, de la iglesia de Cué partió la procesión, encabezada por un estandarte del Niño Jesús de Praga, portado por Julián Longal, vestido de primera comunión. Tras él, los estandartes de San Román, la Purísima y el Santísimo Sacramento, seguidos del palio, bajo el cual el sacerdote José María Llada portaba la custodia.
Llegada la procesión a la zona de El Piñeru, los voladores descargas pirotécnicas de los miembros del bando de Arriba hicieron temblar los oídos de los presentes durante unos minutos. Uno de los vecinos de Cué señalaba que 'la descarga de cohetes no tiene nada que envidiar a la de cualquier mascletá de Valencia. Que esto ocurra en un pueblo pequeño como Cué, de tan sólo 200 habitantes, tiene mucho mérito', decía.
Tras rezarse el responso, la procesión se dirigió al altar de Abaju. En este punto, desde la pista deportiva, los integrantes del bando de Abaju ejecutaron su descarga de pólvora. Entre los dos bandos, casi quince minutos de una traca espectacular, que hizo temblar los cimientos de Cué. ¿El secreto mejor guardado de la sacramental? El dinero que los de Arriba y los de Abaju gastaron en la descarga.
Por Emilio G. Cea, publicado en www.lne.es
Fotografías
Programa de actos - Año 2023
12:30 h. - Misa de la Sacramental con procesión a los 2 altares.