fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-4
La Endiablada de Almonacid del Marquesado en la festividad de San Blas

En Almonacid del Marquesado, municipio de la provincia de Cuenca, hacen fiestas con motivo de la Purificación de la Virgen, hecho conocido popularmente como La Candelaria, el 2 de febrero, y San Blas, el día 3.

Sus vecinos viven todo el año en preparativos, pendientes de que lleguen estos frescos días invernales en que visten gorros de colores, máscaras, trajes estrambóticos, correajes y cencerros; una vez así dispuestos salen a la calle, ha llegado: La Endiablada.

Se trata, sin duda alguna, de una de las más extraordinarias fiestas costumbristas de cuantas existen en nuestro país. A la cofradía sólo pueden pertenecer los almonaceños de nacimiento, de forma que los forasteros deben conformarse con ser espectadores.

El grupo, encabezado por el Diablo Mayor cargo que se ejerce de por vida, tiene la misión de ahuyentar al auténtico Satán, al que distraen con sus aspavientos, para que no pueda atacar la imagen simbólica de la Virgen María.

Junto a los diablos, también son protagonistas de las fiestas las danzantas que ejecutan bailes de palos y castañuelas y recitan 'dichos' o poesías a la Virgen y a San Blas. 

La vestimenta el día de la Candelaria y el de San Blas, es similar, salvo el cambio de gorro: redondo y con flores el día de La Candelaria, en forma de mitra episcopal el de San Blas.

El estruendo de los grandes cencerros que suenan incesantemente en el transcurso de las procesiones inundad las calles de esta localidad conquense.

La Leyenda

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-1

En Almonacid del Marquesado se ha mantenido desde tiempo inmemorial una tradición oral que narra el origen de la Endiablada, tanto para la Virgen de las Candelas como para San Blas. Lo realmente curioso es que existen dos relatos totalmente distintos para cada uno, atribuyendo al origen de la endiablada dos explicaciones totalmente dispares.

En el caso de la Virgen Candelaria se cuenta que, al nacer Jesús, la Virgen debió cumplir con el precepto judío y presentar al niño en el templo a los cuarenta días de su nacimiento (en el calendario litúrgico católico desde el día 25 de diciembre hasta el 2 de febrero). Esta obligación provocó gran inquietud y vergüenza en la Virgen, pues, según el relato bíblico, no conocía varón, y, por tanto, recelaba del comportamiento de las gentes que pudieran observarla en este acto.

Aquí es donde encuentran su lugar los diablos, un grupo de hombres con vestimentas llamativas, burdas, estrafalarias, y con unos ruidosos cencerros, los cuales tendrían como objetivo desviar la atención del público para que la Virgen pudiese cumplir con el precepto sin vergüenza y sin sufrir miradas maliciosas. 

Para San Blas se da otra explicación muy distinta. Aquí no nos remontamos a la infancia de Jesucristo, sino que nos ubicaremos en las cercanías de Almonacid, en un paraje denominado los Majanares, despoblado de San Clemente o, también, Fuente Vieja, el cual se sitúa entre los términos de Almonacid del Marquesado y Puebla de Almenara. En este lugar, según narra la leyenda, un pastor de Almonacid encontró enterrada la imagen de San Blas. Enterados los habitantes de Puebla de Almenara reclamaron para sí la imagen del santo, surgiendo una disputa por la posesión del mismo.

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-3

Los del vecino pueblo intentaron llevarlo con unos lustrosos bueyes, los cuales fueron incapaces de mover la imagen; los de Almonacid, que sólo habían llevado unas escuálidas mulillas, se maravillaron cuando éstas trotaron hacia el pueblo, interpretándose como un hecho milagroso, además de atribuir al santo la voluntad de quedarse en este pueblo. Como había sido descubierto por pastores, éstos, en su alegría, comenzaron a hacer sonar los cencerros de sus ganados, dando así comienzo la Endiablada. Los pastores lavaron la imagen, que estaba cubierta de tierra, con aguardiente, único líquido que tenían a mano, hecho que se recuerda cada año en el lavatorio del santo el día 2 de febrero por la tarde.

Un breve comentario de ambos relatos obliga a hacer notar que el primero no es más que una explicación para dar sentido a las extrañas danzas de los diablos, mientras que el segundo contiene datos mucho más específicos en cuanto a lugares y, de modo indirecto, sobre fechas e inicio del culto del santo.

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-5
La Endiabla en la festividad de San Blas. Foto: Algota Fotografía

Hubo, en efecto, una aldea situada en el lugar en el que la leyenda ubica el descubrimiento de la imagen, llamada Fuente de Domingo Pérez, la cual quedó despoblada a finales de la Edad Media. Además, en el relato, si lo despojamos de hechos más o menos accesorios, parece subyacer una cierta rivalidad entre dos pueblos por la prevalencia del culto a San Blas, cuyo origen parece estar en el citado despoblado de Fuente de Domingo Pérez. Quizá los habitantes de este antiguo pueblo llevaron su devoción a San Blas a Almonacid y a Puebla de Almenara al abandonar su lugar de nacimiento. El hecho es que en Puebla de Almenara la devoción a San Blas ha sido evidente hasta la actualidad, siendo numerosos los habitantes de este pueblo hermano los que se acercan el día 3 de febrero a Almonacid.

Publicado en laendiablada.com

Para no perderse: Las Procesiones

Existen varias interpretaciones sobre el sentido de este desfile callejero, una de ellas es la siguiente:

el papel de los diablos es ahuyentar al auténtico Satán, al que distraen con sus aspavientos, para que no pueda atacar la pureza virginal de María. Por extensión, el acto se debió ampliar, en algún momento histórico, a San Blas, puesto que la celebración es similar, salvo el cambio de gorro: redondo y con flores el día de La Candelaria, en forma de mitra episcopal el de San Blas.

El momento cumbre, en ambos casos, es la procesión, por la mañana, cada una en su día. Los diablos van delante de la imagen, en dos filas, a los lados de la calle. Ya pocos llevan máscaras, pero sí conservan la porra estrambótica rematada en alguna figura monstruosa, que agitan en sus manos.

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-6

Hay, a lo largo del paseo procesional en torno a la iglesia, unos momentos de extraordinaria importancia y significado incomprensible, cuyo sentido real permanece en el alma de los diablos: de pronto, uno de ellos arranca en veloz carrera hacia la imagen, con los brazos extendidos, en una especie de súplica u ofrecimiento; los demás le siguen o no, según los sentimientos de cada cual en ese instante, formándose así una peculiar rueda, que llega a alcanzar los límites del paroxismo. A la extraordinaria visualidad de esta escena hay que añadir el ensordecedor e ininterrumpido batir de los cencerros sobre los costados de los diablos. La escena se repite luego, en el interior de la iglesia, durante la misa.

El espectáculo se completa con una serie de danzas en la plaza, a cargo exclusivamente de mujeres, quizá para compensar el hecho de que sólo los hombres pueden formar parte de esta tremenda e impresionante Endiablada de Almonacid.

Publicado en turismocuenca.com

Fotografías

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-7
La Endiablada en la festividad de la Candelaria. Fotografía: José María Moreno García

Enlaces de interés

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-2
Diablos del año 1950. Foto: laendiablada.com

Programa de actos - Año 2024

fiestas-endiablada-almonacid-marquesado-9
Reponiendo fuerzas
Jueves, 1 de febrero - San Ignacio

20:00

- La fiesta comienza el día de San Ignacio, cuando los diablos se congregan en la casa del diablo mayor y se dirigen haciendo sonar sus cencerros hacia la casa del alcalde, acompañados de las danzantas y el pueblo. Una vez allí, el diablo mayor pide permiso a la autoridad para poder dar comienzo a la fiesta. Los asistentes al acto pueden disfrutar de rosquillos, rosquillas, magdalenas, “zurrra” y anís, ofrecidos por el alcalde. Tras el ágape, los diablos se dirigen al atrio de la iglesia parroquial, donde rezan por las almas de todos los hermanos diablos difuntos. A continuación, comienzan su recorrido por todo el pueblo, dando inicio al inconfundible sonido que acompañará todo el pueblo durante los siguientes días. Finalmente, se despiden hasta la mañana siguiente.

Viernes, 2 de febrero - La Candelaria

08:00

- Los diablos comienzan el día con las primeras luces del día, juntándose en la casa del diablo mayor y comenzando sus vueltas por el pueblo. En primer lugar, acuden a la casa de la Madrina mayor de la Virgen Candelaria para recoger la torta de mazapán de la Virgen que, pasada la fiesta, se sorteará. Mientras los diablos recorren el pueblo, un grupo de los mismos va de puerta en puerta mostrando la torta de la Virgen a los vecinos. Además recogen en cada hogar dulces para la hermandad de los diablos. Este recorrido los tendrá ocupados gran parte de la mañana hasta poco antes de la procesión y culmina en la iglesia, donde se anticipan las danzas ante la virgen durante un breve tiempo.

12:00

- Da comienzo la procesión, uno de los momentos más vistosos del día. Encabeza la procesión el estandarte de la hermandad de la Virgen seguido de los diablos, que danzan y saltan dando carreras a gran velocidad delante de la imagen profiriendo vítores con gran emoción y extraordinario esfuerzo. Tras la Candelaria se sitúan las autoridades y los sacerdotes y, finalmente, las danzantas, que no cesan durante toda la procesión en sus danzas y vítores a la Virgen acompañadas de la música de dulzaina y tambor.

A continuación de la procesión tiene lugar la misa y, al término de la misma, los diablos vuelven a pasar a la iglesia, aunque enseguida dejan el protagonismo para las danzantas. Cada una lleva una pieza del tradicional arado: pescuño, vilortas, cama, dental,  reja, orejeras, esteba y timón. Cada pieza tiene un verso cantado con sentido religioso.

Con cada verso se va montando el arado que porta la alcaldesa de la danza. Pero lo más esperado son los 'dichos', poesías dedicada a la Virgen que van desde las alabanzas y peticiones hasta el recuerdo de vivencias personales y compartidas, sin que falte una pizca de humor en alguno de ellos. La emoción ahoga las gargantas y el pueblo en general se conmueve ante las palabras recitadas por las jóvenes con pureza y autenticidad. Al terminar cada danzanta, el vítor del pueblo atruena el templo parroquial.

El último vítor, se ve casi interrumpido por el estruendo de los cencerros, que no cesará dentro de la iglesia durante el tiempo que los diablos continúen danzando y saltando hasta que se retiran agotados a comer y descansar hasta la tarde.

17:00

- Lavado  de cara de San Blas. Los diablos, que ya han cambiado su tocado por la mitra episcopal de San Blas, se dirigen en primer lugar al cementerio para recordar a los hermanos difuntos. A continuación, tras dar una vuelta por el pueblo, se encaminan a la iglesia portando cada uno una vela. Una vez allí, el diablo mayor se sitúa junto a la imagen del santo y comienza a lavarla con un paño y una botella de aguardiente, en recuerdo de los pastores que, según la leyenda, lavaron la efigie del santo cuando lo encontraron. Además adorna la imagen con las cintas y los exvotos ofrecidos por personas piadosas o en agradecimiento por su santa protección. Mientras tanto, los diablos no dejan de danzar ante el santo excepto en el momento en que el diablo mayor toma la palabra para proferir los protocolarios vítores que se responden con ímpetu por la hermandad y el público.

20:00

- Se da una última vuelta al pueblo que concluye con los diablos danzando en la plaza en torno al diablo mayor, el cual da pie de nuevo a los vítores y se despide hasta el próximo día.

Sábado, 3 de febrero - San Blas

08:00

- Comienza el día de la misma manera que la jornada anterior, reuniéndose en casa del diablo mayor para comenzar el recorrido por el pueblo. En esta ocasión, los diablos llaman a cada puerta para recoger el dinero que la hermandad empleará en sus gastos. Terminan poco antes de la procesión danzando brevemente dentro de la iglesia.

12:00

- La procesión en honor a San Blas tiene el mismo recorrido que la de la Candelaria. El orden de la procesión es el mismo y la única diferencia apreciable está en la mitra episcopal que portan los diablos en lugar del gorro floral de la virgen. Las danzas, los vítores, las carreras y saltos de los diablos alcanzan su punto culminante en honor del santo protector de la garganta y la afluencia de público de los pueblos vecinos, del resto del país y de visitantes extranjeros suele ser aún mayor que la del día anterior.

A continuación tiene lugar la misa, que concluye con la llegada de los diablos a la iglesia. Siguiendo el mismo ritual que el día anterior, se monta el arado y se recitan los dichos en honor a San Blas, momento en que los corazones de los asistentes se vuelven a encoger de la emoción. Finalmente, los diablos danzarán insistentemente dentro de la iglesia y parecen resistirse a abandonar el templo pues saben que no podrán volver a danzar a su patrón hasta el año siguiente.

17:00

- Los diablos vuelven a recorrer todo el pueblo comenzando por las calles situadas hacia poniente y acabando en la plaza.

20:00

- Es la despedida. Los diablos vuelven a dar una vuelta a todo el pueblo, esta vez acompañados por numerosos vecinos que parecen querer disfrutar de la fiesta hasta el último momento. Cuando llegan a la plaza, rodean al diablo mayor danzando y éste intenta hacerlos callar elevando su porra y haciendo círculos con la misma, lo cual suele conseguir después de varios intentos infructuosos. Cuando por fin cesa el sonido de los cencerros, el diablo mayor eleva la voz para gritar: “¡Viva San Blas!, ¡viva la Candelaria!, ¡vivan las autoridades!, ¡viva el cura párroco!, ¡vivan las danzantas!, ¡vivan los forasteros!, ¡viva el acompañamiento!, ¡viva la endiablada!”. Cada vítor se responde al unísono por los diablos. Finalmente el diablo mayor dice: “Hasta el año que viene, si Dios quiere”. Los diablos continúan danzando, resistiéndose a abandonar la plaza hasta que, poco a poco, se van apagando los cencerros, que no volverán a sonar hasta el año siguiente.

Domingo, 4 de febrero - San Blasillo

- Durante la mañana, las danzantas recorren todo el pueblo danzando los 'paloteos', cambiando sus castañuelas por palos de madera que golpean en sus danzas unas contra otras. Los vecinos de Almonacid piden un paloteo a las danzantas a cambio de dinero y, así, podremos ver algunos como 'el ratón', 'la marcha real' o 'el pepino gordo', cada uno con su propia coreografía y música.

21:00

- Los diablos se reúnen de nuevo, ahora sin sus cencerros y sus vestimentas, para cenar todos juntos. La típica comida es la oveja frita con ajos, que los propios diablos elaboran durante todo el día. Es el momento de recordar y compartir las vivencias de estos días una vez se han tomado un momento de descanso. Además de esta cena, el día 5 de febrero (día de 'el nieto') se vuelven a reunir para comer. Más tarde, el 15 de agosto, los diablos vuelven a celebrar otra comida

Observación: No nos hacemos responsables de cualquier cambio, modificación de actos, así como cualquier error de transcripción o tipográfico que pueda encontrarse en este programa.