Banyoles, municipio de la provincia de Girona, celebra en el fin de semana del segundo domingo de octubre la Aloja - Feria Medieval Fantástica. Banyoles tiene en su territorio el lago natural más grande de la Península Ibérica que es protagonista de varias leyendas y cuentos sobre seres fantásticos y mágicos.
Esta feria temática, que ocupa la Plaza Mayor, las Muralla y calles y plazas del centro histórico, representa parte de la historia de la ciudad, creando la magia ideal para escenificar las diversas leyendas que les rodean.
¡Aloja! suena a bebida, a la denominación de una ciudad de Letonia o quizá a saludo hawaiano. Pero no es nada de ello, aunque se le parezca, en Banyoles significa 'criaturas mitológicas de las leyendas catalanas' e implica el volver a la época medieval, al tañido de las espadas de los caballeros al combatir y la llegada del benedictino Abad Bonitus fundador, antes del año 812, del Monasterio de Sant Esteve.
Una feria fantástica que llega al calendario de l@s bañolens@s en la primera quincena de octubre y que se queda para deleite de todos durante tres días en esta ciudad que tiene mucha historia, acampando en los diferentes edificios y espacios históricos que centralizan el municipio (la Plaza Mayor, la muralla, el Llotja del Tint... ) y en el espíritu festivo de los participantes y visitantes que se vuelcan en sus muchas actividades.
Escuela de caballería, danzas orientales, pasacalles, ambientación teatral y de calles y plazas, talleres para todos los públicos, música y concursos de disfraces medievales, actividades para los más jóvenes, y lo más importante: recreaciones y exposiciones que giran sobre leyendas propias y ceremonias históricas de Banyoles, son los ingredientes que ponen la salsa, el sabor y la esencia de este evento tan multitudinaria y notoria.
Recomendable volver para la Feria de la Ramona, la Feria de Manos Unidas, Feria de Navidad, Feria de Sant Martrià, Feria del cop d'ull Infantil, etc..
La feria tiene el objetivo de promover la actividad comercial y turística de la ciudad.
¿Qué es una 'aloja'?
Una aloja —también conocida como goja y como doncella del agua— es un ser femenino de la mitología catalana. Son genios que favorecen los nacimientos y la fertilidad, dadoras de vida y regeneradoras constantes de la naturaleza. Son en general benévolas, aunque debe tenerse prudencia si uno se las encuentra. Son una adaptación local de las ninfas como representaciones de las fuerzas (femeninas) de la naturaleza.
Habitan siempre cerca de aguas gélidas y azules: los estanques del Pirineo, torrentes y saltos de agua, fuentes de los bosques, pozas, manantiales, grutas húmedas, y corrientes y lagos subterráneos.
En ciertas ocasiones, en el dintel de alguna de las grutas en las que habitan, se ha filtrado una claridad proveniente de las entrañas de la tierra, como una aureola azul o rosada, y se han oído armonías extrañas; las alojas celebran espléndidas fiestas ciertas noches del año.
Fuente: Wikipedia
La cantina de los encantos: las Goges
Hay muchas leyendas, sobre todo en la Cataluña vieja, donde las protagonistas son estas mujeres de agua, rodeadas de mito, cuentos, leyenda y misterio.
En Banyoles y comarca se las conoce como 'las hadas', pero todo las podemos encontrar como aloges, mujeres de agua, encantadas, encantados o encantos, hiladoras, María Pega, llufes, paitida, ninfas o náyades, entre otros.
De hecho, la tradición de las mujeres de agua es tan vieja como la misma cultura griega. Seguramente, su inicio deberíamos buscar en las ninfas -las divinidades mortales que la mitología griega les otorga el poder fecundador de la Naturaleza: bellas jovencitas alegres, desnudas o casi desnudas, que dedican la vida a cantar y bailar. Y también, sobre todo, en las náyades, las ninfas que personifican el agua de manantiales, lagos y fuentes, hijas de Zeus, Océano o del dios río.
En el Pla de l'Estany es conocida la fábula -recogida por Mosén Constans- de la vieja que venía una noche de la sierra de San Petllari cargada con un haz de leña y se encontró con las encantadas. Las hadas le hicieron dejar el haz en el suelo y le llenaron la falda (sin que ella viera que le ponían), avisándole que no mirara que había hasta pasado el umbral de su casa. La pobre vieja, unos pasos antes de entrar a su hogar, no pudo estar cuenta y abrió la falda para ver qué había. Desilusionada, creyó que lo habían engañado con salvado y el tiró al suelo berrinche. Ya dentro su casa, con el candil encendido, vio pero que las pocas Bolvir que le quedaban en la falda brillaban como el oro fino. Corrientes, ana hacia fuera para ver si encontraba lo que antes creía que era salvado; pero el viento y la impaciencia habían barrido todo el oro. Las hadas, dicen, todavía ríen.
Extracto en un texto de Pia Limosna
Fotografías
Programa de actos - Año 2023
"
"
"
"
"
"
"
"