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La Danza de San Roque en O Hío tiene lugar en un entorno privilegiado que es el conjunto arquitectónico monumental que se encuentra en esta parroquia, formadopor el crucero del mismo nombre, la Iglesia de San Andrés y la Casa Rectoral

Como todos los años, el Crucero de Hío es el escenario en el que se interpreta la tradicional Danza conocida cómo 'Danza de San Roque' o 'De los Peregrinos', que data del siglo XIV de la que se conservan varias hipótesis sobre su origen.

La primera es la de agradecer al Santo la curación de la peste que asoló la parroquia y la toda la comarca en esa época.

La segunda apunta la que el origen de las Danzas fue debida la imitaciones del pueblo de los bailes de la nobleza local, y una última dice que es de origen griego.

Un requisito imprescindible para ser mayordomo o danzante de esta celebración es ser natural del Hío, y como dato curioso hay que subrayar que el grupo no se pode ampliar hasta que algunos de los actuales bailarines desee ser relevados, para que otro pueda ocupar su lugar dentro de la coreografía.

La mayoría de los danzantes fueron prometidos por sus familias para continuar una tradición familiar. La distribución coreográfica de todos los que componen el grupo es la siguiente: los Danzantes se reparten en tres filas paralelas, las de los extremos son ocupadas por los galanes y en medio se sitúan los cinco niños.

El paso de todos estos danzantes lo marca el guía, que siempre es el mayor de todos los que bailan, y siguiendo sus indicaciones, los bailarines se mueven al ritmo de la música, compuesta por gaita y tambor (antiguamente se tocaba con una caja), y acompañada por las castañolas de los galáns. Danzantes y mayordomo, este último ofrecido por promesa a organizar la fiesta cuando le corresponda por orden del cura, se encarga de los preparativos previos la festividad junto con vecinos del Hío, preparativos que van desde hablar con el guía de la Danza para pedirle el nombre de los danzantes a los que tiene que avisar, recoger donativos para la fiesta, preparar el templo para el día (misa, flores, procesión...), avisar a los gaiteros, contratar los fuegos, al fogueteiro, y la comida de los danzantes, pues desde la década de los años cuarenta se instauró cómo costumbre ofrecerles una comida como 'pago' por el baile.

Además de todo el señalado anteriormente, el mayordomo invita a los danzantes a una merienda la víspera del día de la Danza, después del ensayo general. El baile que dura tres cuartos de hora y remata con la Contradanza, comienza tras la misa solemne y la procesión, con las peculiares genuflexiones cada tres pasos ante cada imagen, la de la cruz y la de San Roque. Los punteos y los giros se repiten mientras los bailarines rompen las filas. A continuación se hace un recorrido incluso la altura del restaurante 'O Pereiro' realizando una serie de puntos. Después de que se recoge la procesión, se realiza un segundo baile por la mañana.

La Contradanza es la parte realizada de regreso a la Iglesia cuando San Roque vuelve al templo, esta vez sin chaqueta. La diferencia entre las dos piezas, Danza y Contradanza, está en la velocidad de los movimientos y en los instantes en que se interpreta, la Contradanza tiene unos tiempos de cuatro por cuatro, es decir, una muiñeira que es también como se conoce esta parte de la pieza.

Mientras que la danza acompaña a la procesión sin que los danzantes cesen en su cometido, la Contradanza se realiza la mayor velocidad en el atrio, a la recogida de la solemne procesión.

El 16 de Agosto, después de los oficios religiosos: O Cruceiro de Hío es el escenario en el que se interpreta la tradicional Danza conocida cómo 'Danza de San Roque' o 'De los Peregrinos'.

Ya por la tarde se repite el espectáculo, en esta ocasión con carácter profano, sin la presencia del Santo. Los últimos actos de la festividad de San Roque son la celebración de una misa solemne y las 'Subastas', en la que los devotos ofrecen al Santo, animales, frutos de la cosecha o dinero.

Texto: Concello de Canga

La Danza do Hío se compone únicamente de bailarines masculinos, suman un número total de dieciséis, distribuidos en diez Galanes, cinco Damas y el "Guía de Damas". Los diez Galanes van uniformados con camisa y pantalón blanco, chaqueta azul a juego con un sombrero de feltro coronado por una pequeña vieira de plata y corbata verde. En este caso las castañuelas también complementan la originalidad del baile. Las cinco Damas, así llamadas a pesar de ser niños, vano caracterizados como San Roque pues pasaron a vestir por acuerdo del párroco con traje de peregrino semejante a la indumentaria del Santo. Estas indumentarias consisten en un vestido largo incluso los pes de terciopelo verde y arrugado en jarra. Polos hombros llevan una capa de terciopelo roja junto con el tradicional sombrero de peregrino.

Al igual que en las otras dos Danzas, la Danza del Hío también pasó por tiempos de escasez y en algunos años hubo que bailarla con el que cada uno tenía. Aun así su celebración siempre se fijo de manera ininterrumpida disfrutando de una gran participación del pueblo y entre las diversas anécdotas populares destaca el hecho de utilizar los pantalones empleados en el servicio militar para interpretar la Danza.

Texto: Concello de Cangas